El día que visité por primera vez la tienda de vinos  La Otilia  me propuse realizar alguna sesión allí. Sus pinturas que datan de 1900 y poco, su origen masónico... es una tienda  increíble. Por otro lado, cuando conocí a esta pareja, Giuliana y Francesco ( que a su vez tienen un bar muy interesante, acogedor  y diferente de las propuestas de esta isla llamado Hello Frankie ) también supe que quería trabajar con ellos porque me pareció una pareja encantadora con bastante complicidad entre ellos.

Cuando me planteé esta sesión quise hacer algo parecido a ese paréntesis que hay entre la ceremonia y el banquete de la boda. Lo más importante de esas minisesiones una vez casados no son las fotos en sí sino el momento a solas entre los novios, una pausa entre tanto alboroto y emociones.

No se pueden hacer una idea de la trastienda de las sesiones, de todo el trabajo que conlleva y la cantidad de personas que colaboran en dicha sesión y, sobre todo, ¡el cuadrar a todos el mismo día y a la misma hora!, Siria Domínguez,  Sergio Déniz  y Esther González, mis hermanas, Giuliana y Francesco. ¡Mil gracias a todos chicos por el tiempo y el esfuerzo empleado! (si quieren saber algo más de ellos, de la Otilia o de Hello Frankie  pinchen en sus nombres)

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