Lo más importante en las sesiones infantiles es saber adaptarte al ritmo de los pisquitos.
Esta sesión estuvo marcada por los «no» constantes de Paula, la protagonista de la sesión familiar, la verdad es que se portó muy bien. Con esas caritas a ver quién se resiste a su «no».
Al final de la tarde, cuando Paula decidió que la sesión había terminado, la abuela Loly se unió para echar una mano, regalándome momentos espontáneos que no estaban planeados.
Porque en la fotografía lifestyle, no buscamos la pose perfecta; buscamos capturar la auténtica personalidad de cada niño y la historia única de cada familia.